A raíz de la publicación de mi emisión de audio ¡AYUDADME A MORIR!, he recibido algún que otro comentario y también e.mails que invitan a la reflexión. Hoy deseo transcribir en este post mi respuesta a uno de ellos, a pesar que el interesado ya ha recibido mi contestación con antelación a la publicación del presente post.
Existe la posibilidad de que el contenido textual de este e.mail pueda ser útil para otras personas que se encuentran en la misma situación que mi comentarista. Ocultando sus datos de identidad, publico esa misma respuesta en mi blog, por si alguien puede beneficiarse de su contenido.
Mi estimado y desconocido amigo de Blogger:
Soy José Luís de Valero. A través de un e.mail me ha llegado tu comentario respecto a mi vídeo ¡Ayudadme a Morir!, subido a mi blog DESDE EL INFIERNO e insertado también en el blog de CABALLERO ZP , lugar donde das tu opinión personal sobre el contenido del vídeo, puesto que en cierto modo te concierne.
Con Julio conservo desde hace un año una excelente relación humana, siendo ambos administradores de nuestros respectivos blogs y manteniendo asiduamente conversaciones vía telefónica. Precisamente y debido a mi actual estado clínico, le sugerí que tuviera acceso directo a la administración de mis blogs, por si algún día de estos yo ya no pudiera hacerlo ni despedirme de mis amigos de Blogger por imperativo de vida. Y te explico:
He leído tu comentario, he hablado con Julio de tu caso y te comprendo perfectamente porque yo también he pasado por algo similar y sé que en cualquier momento pueden llamarme para el viaje final. Eso no debería ser una novedad para los seres humanos, ya que desde el momento de nuestro nacimiento comenzamos a vivir para después morir. Es lo que llamamos vulgarmente, Ley de Vida.
Te comentaré mi caso en particular por si pudiera servirte de algo.
Acabo de cumplir 68 tacos. A lo largo de mi vida han existido días de vino y rosas y de excesos de todo tipo, exceptuando las drogas. Cuando abandoné mi servicio en la Armada y valiéndome de mi segunda profesión, pasé a formar parte de Texaco Oil Company y Brithis Petroleum en calidad de técnico en mantenimiento submarino de las plataformas submarinas de sondeo.
Existe la posibilidad de que el contenido textual de este e.mail pueda ser útil para otras personas que se encuentran en la misma situación que mi comentarista. Ocultando sus datos de identidad, publico esa misma respuesta en mi blog, por si alguien puede beneficiarse de su contenido.
Mi estimado y desconocido amigo de Blogger:
Soy José Luís de Valero. A través de un e.mail me ha llegado tu comentario respecto a mi vídeo ¡Ayudadme a Morir!, subido a mi blog DESDE EL INFIERNO e insertado también en el blog de CABALLERO ZP , lugar donde das tu opinión personal sobre el contenido del vídeo, puesto que en cierto modo te concierne.
Con Julio conservo desde hace un año una excelente relación humana, siendo ambos administradores de nuestros respectivos blogs y manteniendo asiduamente conversaciones vía telefónica. Precisamente y debido a mi actual estado clínico, le sugerí que tuviera acceso directo a la administración de mis blogs, por si algún día de estos yo ya no pudiera hacerlo ni despedirme de mis amigos de Blogger por imperativo de vida. Y te explico:
He leído tu comentario, he hablado con Julio de tu caso y te comprendo perfectamente porque yo también he pasado por algo similar y sé que en cualquier momento pueden llamarme para el viaje final. Eso no debería ser una novedad para los seres humanos, ya que desde el momento de nuestro nacimiento comenzamos a vivir para después morir. Es lo que llamamos vulgarmente, Ley de Vida.
Te comentaré mi caso en particular por si pudiera servirte de algo.
Acabo de cumplir 68 tacos. A lo largo de mi vida han existido días de vino y rosas y de excesos de todo tipo, exceptuando las drogas. Cuando abandoné mi servicio en la Armada y valiéndome de mi segunda profesión, pasé a formar parte de Texaco Oil Company y Brithis Petroleum en calidad de técnico en mantenimiento submarino de las plataformas submarinas de sondeo.
SOLDANDO BAJO EL AGUA
En Maracaibo tuve mi primer encuentro con la muerte. Entonces yo tenía treinta y dos años. Tras una fallida reanimación en la cámara de descompresión hiperbárica, salí como disparado de mi cuerpo físico. Yo estaba contemplado desde arriba todo cuanto ocurría a mi alrededor, pero de igual modo estaba viendo mi cuerpo totalmente inerte y los esfuerzos que realizaba el equipo médico para devolverme a la vida.
De repente volví a “entrar” en mi cuerpo. Diagnóstico clínico: El electrocardiograma detectó 45 segundos de parada cardiorrespiratoria. Sin lesiones cerebrales a pesar que debido a una mala descompresión cuando emergía desde una profundidad de 65 metros, una sola burbuja de nitrógeno que se hubiera formado en mi torrente sanguíneo podría haberme pasaportado, o al limbo de los discapacitados físicos y mentales o a la propia muerte física. Aquella vez no distinguí ningún túnel ni luz alguna.
Seis meses más tarde. Diciembre de 1976. Delta del Amazonas. Todo el equipo técnico de Brithis Petroleum estábamos acampados en plena selva preparando la instalación de una nueva plataforma de sondeo. Una noche, una puta tarántula se coló por un resquicio de la mosquitera que cubría mi litera. Yo ni me enteré de su picadura. Me evacuaron en helicóptero y me desperté 28 días después en un hospital de campaña brasileño tutelado por una compañía de misioneros seglares procedentes de USA, Total: 28 días en coma sometido diariamente a transfusiones de sangre.
De repente volví a “entrar” en mi cuerpo. Diagnóstico clínico: El electrocardiograma detectó 45 segundos de parada cardiorrespiratoria. Sin lesiones cerebrales a pesar que debido a una mala descompresión cuando emergía desde una profundidad de 65 metros, una sola burbuja de nitrógeno que se hubiera formado en mi torrente sanguíneo podría haberme pasaportado, o al limbo de los discapacitados físicos y mentales o a la propia muerte física. Aquella vez no distinguí ningún túnel ni luz alguna.
Seis meses más tarde. Diciembre de 1976. Delta del Amazonas. Todo el equipo técnico de Brithis Petroleum estábamos acampados en plena selva preparando la instalación de una nueva plataforma de sondeo. Una noche, una puta tarántula se coló por un resquicio de la mosquitera que cubría mi litera. Yo ni me enteré de su picadura. Me evacuaron en helicóptero y me desperté 28 días después en un hospital de campaña brasileño tutelado por una compañía de misioneros seglares procedentes de USA, Total: 28 días en coma sometido diariamente a transfusiones de sangre.
DELTA DE AMAZONAS
En todo ese tiempo mi “vida” en estado de coma fue una fiesta, entrando y saliendo de mi cuerpo cada dos por tres. Cuando permanecía fuera de él, era feliz, me encontraba muy a gusto colándome entre el cobertizo de cañas y hojas que formaba el tejado. Entonces yo no era un cuerpo físico. Era o me sentía como una especie de humo o blanca energía que se entrelazaba entre las hojas y las cañas del tejado. Al igual que la primera vez, observaba a mi alrededor el ir y venir de médicos y enfermeras.
En mi sueño, si es que así puede llamársele, una de las muchas veces que permanecía como despegado de mi cuerpo físico, creí distinguir un oscuro pasillo o túnel y al final una especie de minúsculo foco o luminaria que parecía como atraerme hacia ella. Lo que más me jodíó en aquel último vuelo, fue cuando estando a punto de penetrar en su zona de influencia sentí un gran tirón que me reintegró a mi cuerpo. Entonces me desperté de nuevo a la vida. Y puedes creerme si te digo que cuando recuperé plenamente la consciencia, añoré la inmensa paz y felicidad que experimenté cuando me estaba aproximando hacia aquel diminuto punto de luz.
Diagnóstico clínico: Paciente ingresado en estado de coma. Envenenamiento en sangre producido por picadura o mordedura de arácnido cuya especie no ha sido plenamente identificada. Sometido a múltiples transfusiones de sangre 0+, tras permanecer 28 días en coma no inducido, y haberse registrado en su electrocardiograma un total de 7 paradas cardiorrespiratorias, el paciente se ha recuperado satisfactoriamente abandonando este hospital por su pie y bajo su propia responsabilidad.
Antes de firmar mi parte de alta voluntaria, tuve un par de entrevistas con el jefe de aquel equipo médico. En una de ellas le comenté todo lo que había visto y sentido en lo que yo creí un sueño. Recuerdo su mirada y también su sonrisa, cuando tras escribir unas letras me comentó: “Quizá si lee éste informe escrito por un médico, pueda llegar a una conclusión”
La nota decía simplemente, LIFE AFTER LIFE (Vida Después de la Vida) Raymond A. Moody, Jr. , Mockingbird Books Inc. Edition.
Este libro ya se había reeditado en España un año antes, en Noviembre de 1975, aunque yo no tuve acceso a su lectura hasta pasados cinco años. Te recomiendo que lo leas. No se trata de una visión metafísica del Más Allá, ni siquiera el de un acercamiento a la divinidad de un dios, si no el compendio de una serie de investigaciones médicas y clínicas llevadas a cabo sin ningún fin religioso, puesto que los testimonios que aportan dichas investigaciones proceden de individuos practicantes o no, de distintas confesiones religiosas que habiendo pasado por un estado de muerte clínica, retornaron a la vida.
Tras esas dos experiencias en el pasado, en el plazo de los últimos cuatro años he sufrido dos infartos coronarios, un infarto cerebral y una operación en la que me extirparon 30 centímetros de colon. Seis horas de quirófano sobrepasando el límite de tiempo fijado por el anestesista debido a mi lesión coronaria.
En mi sueño, si es que así puede llamársele, una de las muchas veces que permanecía como despegado de mi cuerpo físico, creí distinguir un oscuro pasillo o túnel y al final una especie de minúsculo foco o luminaria que parecía como atraerme hacia ella. Lo que más me jodíó en aquel último vuelo, fue cuando estando a punto de penetrar en su zona de influencia sentí un gran tirón que me reintegró a mi cuerpo. Entonces me desperté de nuevo a la vida. Y puedes creerme si te digo que cuando recuperé plenamente la consciencia, añoré la inmensa paz y felicidad que experimenté cuando me estaba aproximando hacia aquel diminuto punto de luz.
Diagnóstico clínico: Paciente ingresado en estado de coma. Envenenamiento en sangre producido por picadura o mordedura de arácnido cuya especie no ha sido plenamente identificada. Sometido a múltiples transfusiones de sangre 0+, tras permanecer 28 días en coma no inducido, y haberse registrado en su electrocardiograma un total de 7 paradas cardiorrespiratorias, el paciente se ha recuperado satisfactoriamente abandonando este hospital por su pie y bajo su propia responsabilidad.
Antes de firmar mi parte de alta voluntaria, tuve un par de entrevistas con el jefe de aquel equipo médico. En una de ellas le comenté todo lo que había visto y sentido en lo que yo creí un sueño. Recuerdo su mirada y también su sonrisa, cuando tras escribir unas letras me comentó: “Quizá si lee éste informe escrito por un médico, pueda llegar a una conclusión”
La nota decía simplemente, LIFE AFTER LIFE (Vida Después de la Vida) Raymond A. Moody, Jr. , Mockingbird Books Inc. Edition.
Este libro ya se había reeditado en España un año antes, en Noviembre de 1975, aunque yo no tuve acceso a su lectura hasta pasados cinco años. Te recomiendo que lo leas. No se trata de una visión metafísica del Más Allá, ni siquiera el de un acercamiento a la divinidad de un dios, si no el compendio de una serie de investigaciones médicas y clínicas llevadas a cabo sin ningún fin religioso, puesto que los testimonios que aportan dichas investigaciones proceden de individuos practicantes o no, de distintas confesiones religiosas que habiendo pasado por un estado de muerte clínica, retornaron a la vida.
Tras esas dos experiencias en el pasado, en el plazo de los últimos cuatro años he sufrido dos infartos coronarios, un infarto cerebral y una operación en la que me extirparon 30 centímetros de colon. Seis horas de quirófano sobrepasando el límite de tiempo fijado por el anestesista debido a mi lesión coronaria.
En esta última intervención quirúrgica volví a entrar en el túnel y de nuevo vi la luz, pero esta vez brillando con un fulgor que no puedo describir, así como tampoco puedo traducir a palabras la inmensa sensación de paz y felicidad que experimente mientras aquella luz me envolvía, yo diría, amorosamente. Es la mejor palabra que he podido encontrar: amorosamente.
No estoy refiriéndome a ningún dios. No he visto a ninguno en mis, llamémosles “sueños”. Simplemente percibí como un halo de Fuerza protectora que me rodeaba preservando mi energía vital.
La Primera ley de la termodinámica se refiere al concepto de energía interna. Los seres humanos somos Materia y Materia es todo aquello que ocupa un lugar en el espacio, y la Materia es un tipo de energía potencial.
Sabemos que la energía ni se crea ni se destruye; simplemente se transforma.
El primero en descubrir esta ley fue el químico Lavoisier en 1789 en su tratado elemental de química, padre de la química moderna. Finalmente fue adaptada por Einstein cuando descubrió que la materia era un tipo de energía potencial.
Querámoslo o no, somos inmortales.
Hace años que tengo preparado el equipaje. La hora de partir no me aterra, al contrario. Creo que será una liberación total y absoluta, Sólo me afecta dejar atrás el dolor de los míos, aunque más me dolería morir lentamente entre sufrimientos físicos haciendo partícipes de mi dolor a mi familia. Como bien dices en tu comentario, a ti tampoco te afecta el hecho de morir; sólo te asustan las consecuencias en otros.
Sé que tú has comprendido perfectamente el porqué de este e.mail.
Y también sé que estas letras pueden ayudarte a preparar el equipaje con una sonrisa, puesto que, y cito textualmente la última frase en tu comentario “Aún conservo el sentido del "tumor"…..
Aunque en tu honor, la última palabra yo quiero cambiarla por “humor”.
Deseo, y sé que cuando llegue la hora suprema lo conseguirás, y que en aquel momento te asistirá la Fuerza para enfrentarte a ella con una sonrisa y que de igual forma, emprenderás viaje hacia la última frontera con el honor de haber combatido por la Vida hasta tu último aliento.
No estoy refiriéndome a ningún dios. No he visto a ninguno en mis, llamémosles “sueños”. Simplemente percibí como un halo de Fuerza protectora que me rodeaba preservando mi energía vital.
La Primera ley de la termodinámica se refiere al concepto de energía interna. Los seres humanos somos Materia y Materia es todo aquello que ocupa un lugar en el espacio, y la Materia es un tipo de energía potencial.
Sabemos que la energía ni se crea ni se destruye; simplemente se transforma.
El primero en descubrir esta ley fue el químico Lavoisier en 1789 en su tratado elemental de química, padre de la química moderna. Finalmente fue adaptada por Einstein cuando descubrió que la materia era un tipo de energía potencial.
Querámoslo o no, somos inmortales.
Hace años que tengo preparado el equipaje. La hora de partir no me aterra, al contrario. Creo que será una liberación total y absoluta, Sólo me afecta dejar atrás el dolor de los míos, aunque más me dolería morir lentamente entre sufrimientos físicos haciendo partícipes de mi dolor a mi familia. Como bien dices en tu comentario, a ti tampoco te afecta el hecho de morir; sólo te asustan las consecuencias en otros.
Sé que tú has comprendido perfectamente el porqué de este e.mail.
Y también sé que estas letras pueden ayudarte a preparar el equipaje con una sonrisa, puesto que, y cito textualmente la última frase en tu comentario “Aún conservo el sentido del "tumor"…..
Aunque en tu honor, la última palabra yo quiero cambiarla por “humor”.
Deseo, y sé que cuando llegue la hora suprema lo conseguirás, y que en aquel momento te asistirá la Fuerza para enfrentarte a ella con una sonrisa y que de igual forma, emprenderás viaje hacia la última frontera con el honor de haber combatido por la Vida hasta tu último aliento.
Bien lo ha dicho, mi capitán..."Materia es todo lo que ocupa un lugar en el espacio"...Subtancia lo llamaría yo...que según la velocidad, se manifiesta en forma de materia o de energía. La materia es substancia concentrada y la energía es materia diluida...
ResponderEliminarLa materia, por tanto, ESTA y ocupa un lugar en el espacio...
Pero ¿Y el espíritu?...¿Donde está?...No está, simplemente...no ocupa lugar en el espacio y por tanto NO puede estar.
El espíritu ES...¿Donde lo ubicamos?...necesita un "espacio" donde se pueda manifestar...Aquí aparece el TIEMPO...el espíritu ES en el tiempo. En espacio es a la substancia, lo que el tiempo es al alma. Un abrazo mi capitán.
Por todos los dioses del Olimpo. Estás más reparado que un torero de los de antes.
ResponderEliminarAsí que no creo que le tengas mucho miedo a dejar de respirar.
Ese libro que citas yo lo leí hace muchísimos años, allá por el 75 0 76 y no sé cánto tiene de veraz o no, pero tú lo das como vivido por tí mismo.
Mi impresión es que todo lo hace funcionar, los sueños o sensaciones de aislarte del cuerpo, etc., el CEREBRO en su complejidad y acción DEFENSIVA.
Creo que cuando un ser sufre en exceso por desgracias de muertes de allegados y otros avatares que lo dejan en estado de permanente impotencia, EL CEREBRO le libera de ese sufrimiento mediante eso que llaman el ALZHEIMER.
Me he quedado boquiabieto con la destilación filosófica de gran altura de CHARNEGUET.
Al igual que él, no creo tengamos ningún ESPIRITU que, cual palomita, vuele y se vaya a la estrellas o al infinito.
Más creo en el cuadro de interruptores que tiene nuestro cerebro y desde donde enciende y apaga unos y otros en función de las energias que necesita para cada momento. Cuando ese cuadro deja de recibir energía, todo es materia desechable.
La inmortalidad, a mi entender, es que los vivos te recuerden. Por tanto unos son inmortales durante una década y otros durante milenios.
Cuidate de andar en bici y de saltar pretiles, aunque luego te dediques a bucear, porque las vidas de los lobos también tienen fecha de caducidad, y no conviene adelantarlas por el bien de los amigos y familiares.
CHARNEGUET
ResponderEliminarTe has explicado como un libro abierto. Pero deseo incidir en un punto.
Según dicen, el espíritu es algo impalpable e invisible sin un peso específico. FALSO.
Como creo ya sabes, existe una máquina capaz de detectar campos magnéticos, electromagnéticos y materias o gases no visibles al ojo humano. Dicha máquina tiene el nombre de sus inventores: el matrimonio ruso KIRLIAN. Elcomplicado artilugio se basa en un sistema de electrofotografia en alta frecuencia.
Hoy en día es corriente que los médicos midan la actividad eléctrica del corazón o del cerebro. A mí me lo han medido en múltiples ocasiones. Un encéfalo o electrocardiograma es posible precisamente porque todo cristo posee determinadas corrientes en su cuerpo y se pueden medir.
Todos los médicos saben igualmente que nuestra actividad biológica está basada en corrientes eléctricas. Y según las leyes de la Física, donde existen corrientes eléctricas existen campos electromagnéticos. Nuestros cuerpos no son una excepción: tienen un montón de campos electromagnéticos
Desde el punto de vista de la Física Cuántica, el campo electromagnético del ser humano está intercomunicado con el del espacio que nos rodea.
El campo energético está basado en la actividad física del cuerpo, en la actividad mental del cerebro y en las conexiones de la persona con campos de energía superiores que podríamos denominar, espirituales.
O séase, que por poner un ejemplo, nuestra amada Guerrera de la Luz está que se sale, a tope de carga electromagnética, está claro. No vayamos a pensar mal.
La máquina de marras permite visualizar y medir el aura completa por medio de la captura de imágenes Kirlian en un ordenador. Con este instrumento y gracias a su procesamiento científico, se inicia el estudio sistemático del nivel energético del ser humano.
Una técnica que posibilita ver en tiempo real las reacciones instantáneas del cuerpo ante un tratamiento médico, el ejercicio, el estrés, la meditación, las actitudes psicológicas y los pensamientos, permitiendo observar como el aura de una persona refleja su estado de ánimo y hasta su grado de cabreo y mala leche.
Y no sólo eso: También capta la muerte física de un ser humano.
Sé de buena fuente que en un hospital de Madrid funciona una Kirlian de alta frecuencia y resolución, la cual se halla instalada en la sección de enfermos terminales. Todas las pruebas comparativas que se han efectuado con dichos pacientes arrojan el mismo resultado.
Al expirar el paciente, la Kirlian capta y graba una masa gaseosa y de coloración blanca no visible al ojo humano, que se desprende a través de la última vértebra cervical del ya cadáver, integrándose en y con el espacio.
¿Será ese nuestro espíritu? Yo lo ignoro. Sólo se que dichas masas han podido ser calibradas por la Kirlian. Y no importa si el finado es gordo o flaco. Todas ellas tienen el mismo peso específico: 21 gramos.
Un abrazo cósmico-energético, querido Charne.
MAESE TELLAGORRI
ResponderEliminar¡Pardiez!...Mientras yo me rompía cuernos y sesera intentando poner un poco de luz al comentario de nuestro bien amado Charneguet, venís vos y con sabias palabras no exentas de ironía ponéis de nuevo a cavilar mi cerebro con el fin de responder, siquiera medianamente, a vuestro comentario.
Cierto es que neurológicamente hablando, en dicho campo la Ciencia anda a pata coja. En definitiva, ni zorra idea. Poco se sabe acerca de los intrincados circuitos cerebrales que mueven nuestros instintos y nuestras vidas.
Y si poco se sabe cuando el cerebro todavía está vivo, menos todavía cuando el cerebro ha dejado de ser operativo.
Sin embargo como creo ya habréis leído mi comentario dirigido a Charneguet, me agradaría en extremo constatar vuestra opinión.
Y en efecto. Como bien decís, el libro de Raymond A.Moody lo doy por vivido, puesto que, valga la redundancia, yo lo he vívido en primera persona.
Otro abrazo cósmico-energético y esta vez también cerebral, para vos, Maese Tellagorri.
MAESTRO
ResponderEliminarMás boquiabierto y tartamudo que con Charne me he quedado con tu respuesta a él.
Lo de la máquina esa que capta el cese de actividad del cerebro y sus corrientes electromagnéticas, produciendo Al expirar el paciente, la Kirlian capta y graba una masa gaseosa y de coloración blanca no visible al ojo humano, que se desprende a través de la última vértebra cervical del ya cadáver, integrándose en y con el espacio.
, me has dejado la inmensa DUDA sobre la incorporación de nuestra, llamémosla, ESENCIA al espacio.
Si así fuera, que podría serlo y será si lo dicen los científicos y vuestra merced, supone que esa "esencia" permanece en el conjunto del Universo, véte a saber si consciente de lo que sucede o no a su alrededor universal.
Eso me recuerda a la vieja teoría de que al fallecer un ser humano, su esencia se incorpora al de un naciente, produciéndose la reencarnación de la que hablan los hindués budistas.
A la inversa, eso nos llevaría a pensar que los vivos tenemos dentro, en el cerebro, una esencia proveniente de otro ya fallecido.
¿Qué crees tú, que has vivido el estado de cerebro sin actividad y flotando tú mismo sobre el propio cuerpo, sobre esta tésis que se me ocurre a botepronto?
En principio soy excéptico a toda teoria o doctrina de almas y espíritus, y más creo en la materia y sus finitudes.
Sería absurdo que el Universo, con todos sus millones de millones de componentes, sólo tuviera actividad electromagnética que va de un cuerpo a otro en el SÓLO ANIMAL del humanoide.
Es muy fértil y util este intercambio de informaciones cuando proceden de personas pragmáticas y racionales.
Estimado Sr. de Valero no puedo decir que me asombre ante la calidad de su escrito y la multiplicidad de vuestros saberes, pues ya había observado en vuestra producción bloggera muy interesantes vivencias y amplia sabiduría (que no sólo conocimientos).
ResponderEliminarSi Ud. me lo permite y no le incomoda, le relataré una anécdota personal referida al asunto que nos ocupa.
Corrían los últimos días del año 2005 y mi padre era víctima de un cáncer de pulmón, diagnosticado 18 meses antes. Se hallaba ingresado en fase terminal desde hacía ya varios días. Su estado empeoró y todo hacía temer que aquel sería su último día. Yo me encontraba trabajando y llamé a un compañero para que me relevase cuanto antes para poder acudir al hospital a la mayor brevedad. Cuando llegué junto a su lecho todo parecía cosa hecha y que el desenlace se produciría en minutos.
Mi madre pidió la presencia de un sacerdote, que acudió solícito a consolar a mi pobre madre.
Yo no puedo explicar lo que ocurrió. El sacerdote entró en la habitación y habló con voz tronante (ciertamente tenía una bella y poderosa voz) pero ví cómo mi padre relajaba su respiración, abría los ojos y recuperaba la consciencia, saludándonos a todos alegremente y reconociendo a todos los presentes, esposa, hijos, nietos, una de sus hermanas...
Todos nos quedamos mudos de asombro, y el personal médico asistía incrédulo a lo que veía.
La alegría duró pocas horas, y mi padré volvió a sumirse en el silencio.
La noche del 5 al 6 de enero del año 2006, me hallaba yo pasando la noche junto a mi padre, sin llegar a saber si era consciente de mi presencia, pues no había vuelto a recuperar el conocimiento y siempre estaba sedado con morfina.
A las 3,30 hrs. entró el personal de enfermería para lavarle y procurarle los cuidados necesarios, siendo yo expulsado de la habitación, como es costumbre. A los pocos minutos volví al cuarto y me tumbé en la butaca que en estos casos disponen para el acompañamiento. Me dormí plácidamente, pues la larga estancia de mi padre en el hospital, mis largas jornadas laborales y el trajín continuo de andar de acá para allá me tenían agotado.
A las 3,55 hrs. desperté sobresaltado. Un silencio perfectamente audible atronaba en mis oídos. Un frío terrible se apoderó de mi cuerpo, haciéndome temblar, pese a que la calefacción cumplía su función perfectamente y yo me cubría con una manta ligera.
No sé cómo, pero supe al instante que mi padre había expirado.
Recuerdo el frío, el sonoro silencio y la terrible oscuridad. Una oscuridad que se podía cortar con un cuchillo, se lo puedo asegurar.
Desde entonces nunca he vuelto a tener tanto frío, nunca me he visto rodeado por tanta oscuridad ni he sentido un silencio como aquel.
Espero no haberle molestado con el relato de mis recuerdos de aquella aciaga noche.
Siempre suyo.
Amigo José Luís, tu descripción no puede ser más perfecta.
ResponderEliminarComo bien sabes esa situación nada más que la podemos describir, aquellos que hemos hecho ese extraño y a la vez placentero viaje de paz como tú lo describes.
Por nuestras conversaciones conoces bien que ese viaje, yo también lo he emprendido en tres ocasiones. Quizás esto nos da un valor añadido, para contemplar la vida que tenemos prestada, con otra visión más altruista y sin dar ningún valor a todo lo material que nos rodea.
A nuestro compañero Blogger, solo me resta decirle que estamos de pasada en esta vida. Que cada uno cuando nacemos tenemos nuestro destino y hora señalados, que no hay que andar por la vida con ningún temor, que tenga mucho valor y si logra hacer esta travesía como la has descrito, puede que algún día nos la relate.
Un abrazo
El espíritu, el alma, la entidad rectora de la substancia como yo la defino, no está, ni puede estar, porque carece de substancia. Si no hay substancia, no puede ocupar lugar alguno y por tanto es imposible ubicarlo en el ESPACIO, es obvio...Pero la entidad rectora si existe. Toda substancia (materia o energia) está regida por una entidad rectora, sea un quark, un electrón, un átomo, un mineral, una planta, una hormiga o un ser humano. Lo que yo digo es que si la entidad rectora (alma, espíritu o como se quiera llamar) existe como es evidente y si no cabe su ubicación en el espacio porque no ocupa lugar, ¿Donde la ubicamos?...necesita un "espacio" propio de manifestación. Es ahí donde entra el TIEMPO, su "espacio" propio...Bendito sea el castellano, el único idioma que nos define a la perfección esta cuestión: El alma ES...la substancia ESTÁ, con los verbos SER y ESTAR...uno para el TIEMPO y otro para el ESPACIO. De lo que nos habla el capitán, de los 21 gramos y de la cámara Kirlian, nada tiene que ver con lo que estoy tratando de definir. Se refier a los restos de materia o energia, todavía organizados, que si ocupan un lugar en el espacio. Pero nada que ver con el ALMA, que solo ES en el TIEMPO, porque en el ESPACIO no cave, porque no ocupa lugar. Es tan sencillo.
ResponderEliminarColega sé muy bien que no hace falta que te pida permiso, por eso me tomo yo la libertad de colocar este enlace en Facebook. Sé que a muchos le hará mucho bien y nosotros lo sabemos.
ResponderEliminarUn abrazo
Maese Tellagorri:
ResponderEliminar¡Vive Dios! que me apasiona desmenuzar el tema, y más tratarlo con vuesas mercedes a cubierto de la posible captura, venganza y posterior quema en la hoguera por parte del Santo Oficio.
Eso de que exista la posibilidad de incorporar nuestra ESENCIA al espacio, francamente, según mi criterio podría ser posible siempre que dicha incorporación se desarrollase al márgen de las tres dimensiones físicas por nosotros ya conocidas.
Sin duda existen otras dimensiones y el día que se descubra la cuarta, quinta o sexta dimensión, nuestros actuales conceptos sobre Física, Química y Energía se irán a tomar por saco.
Quizá si llega ese día, el ser humano haya realizado otro gran paso para la Humanidad y mediante su intelecto sea más libre. De igual modo puede ser su ruina si pretende endiosarse creyéndose dueño del Universo. No olvidemos que el Planeta Tierra está en el extrarradio, en el culo de nuestra galaxia.
En cuanto a lo que apuntáis sobre la reencarnación, por ahí en el fondo de mis archivos de Word creo que tengo un escrito bajo el título VAGABUNDO CÓSMICO, un sueño que me persigue desde la infancia y que he incorporado a uno de mis libros.
En cuanto a pensar, como vos insinuáis, que los vivos tenemos dentro, en el cerebro, una esencia proveniente de otro ya fallecido.,¡Por Baco! que renuncio a tal injerto cósmico o cambalache sideral.
¿Os imagináis que por un casual en pleno vuelo hacia mi nuevo cuerpo se me acoplara un puto gen del abuelo de Zapatero o del huevo derecho de un jesuítico carlista?
Por los huevos de Belcebú, que sólo de pensarlo mis carnes tiemblan.
Recibid un abrazó con pedigree cósmico sin mácula, Maese Tellagorri.
ASPIRANTE
ResponderEliminarEstremecedor relato sin duda el de las últimas horas con su padre. Es cierto todo cuanto dice. La presencia de la muerte se palpa, se masca en el ambiente.
También yo podría aportar alguna que otra prueba de las últimas horas que pasé en compañía de seres queridos a punto de tomar el último tren.
No es plato de buen gusto el recordar tales momentos, pero el terrible silencio y el intenso frío a pesar de la calefacción que pueda existir, es un hecho innegable.
Su relato no me ha molestado para nada. Al contrario. Toda aportación de experiencias es siempre bienvenida a este blog que emite DESDE EL INFIERNO....mi infierno....
Ur cordial saludo, mi querido amigo.
ESVERITATE
ResponderEliminarMi viejo amigo, sabía que tú no podías faltar a esta mesa de comentarios.¡Cuántas veces hemos hablado nosotros dos de éste tema!
Incluso nos hemos reído comentando la jugada. Me acuerdo aquella vez que me dijiste que tú ya le habías visto los cojones a San Pedro hasta en tres ocasiones.
A mi se me cayó el teléfono al suelo y todavía me duelen los entresijos de la risa.
Menos mal que nosotros estamos vacunados contra el temor de la muerte. Lo bueno del caso es que esa vacuna está tan arraigada en nuestra mente, que nuestra propia mente es invulnerable y no se doblega.
Y en efecto, ya sabes que no necesitas pedirme permiso para nada. Este blog y su contenido es tan tuyo como mío. Haces bien en colocar este enlace en Facebook.
Un abrazo, colega.
A TODOS
ResponderEliminarSupongo que sois conscientes de que estamos comentando dentro de lo que debatian los filósofos EXISTENCIALISTAS, cuyo padre fue Kierkegaard, y su mejor discípulo Unamuno.
Ellos decían que el ser humano está compuesto, según el cristianimo, de ESENCIA y SUSTANCIA, pero que la esencia no era medible y cunatificable, tal como viene a demostrar CHARNE y con cuya posición estoy plenamnete de acuerdo.
Lo ha resumido formidablemente =
Se refiere a los restos de materia o energia, todavía organizados, que si ocupan un lugar en el espacio. Pero nada que ver con el ALMA, que solo ES en el TIEMPO, porque en el ESPACIO no cabe, porque no ocupa lugar. Es tan sencillo.
Maese Charneguet
ResponderEliminarPermitidme un inciso en vuestra magna exposición a la búsqueda de la cuatrilogía, ALMA, LUGAR, ESPACIO y TIEMPO.
Deseo desmenuzar y a la vez saborear una frase del ilustre padre de Fausto.
“Mi campo – dice Goehte – es el TIEMPO”.
Existen millones de Faustos sobre una tierra donde florece la Vida pero disponen de breve lapso de TIEMPO para labrar sus campos. Hay muchos Faustos que no han disfrutado el placer de ver germinar el fruto de su esfuerzo y otros tantos que ni siquiera podrán paladear el sabor de la cosecha.
Partirán de este mundo con las manos encallecidas y rotas por el esfuerzo, pero vacías. Quizá su bagaje consista en experiencias vividas y soledades compartidas, pero es un hecho irrefutable que la partida final la ganará el TIEMPO, no el hombre.
Como dice Fausto en su monólogo “No me figuro saber cosa alguna razonable, ni tampoco imagino poder enseñar algo capaz de mejorar y convertir a los hombres”.
.................................
Algo semejante pasa por mi cabeza de gris esclavo, Fausto clónico de aquel otro que vendió su alma al diablo.
Por lo tanto y a pesar de mis escrúpulos de conciencia, pactaré con el mismo diablo si hace falta con tal de seguir royendo un hueso en el fondo de mi pestilente trinchera.
Es un contrasentido pero me aferro a la Vida con la misma ansiedad que aguardo a que la muerte ponga un poco de orden en mi tránsito por este enloquecido planeta, que a su vez será engullido el día menos pensado hasta el fondo de los abismos siderales.
El hombre y la Tierra tienen marcado idéntico fin: La extinción anónima.
Cuando me llegue la hora, la misma muerte será un acto de extinción anónima en el Universo y aunque las circunstancias de ella sean particularmente dramáticas, mi cadáver después de todo, no destacará de ningún otro.
El hombre y la Tierra son perfectamente prescindibles en el ESPACIO.
Ya me perdonaréis si debido a la temática me he permitido incluír un fragmento de mi libro "Páginas entre las Olas y el Viento", pero es que con vuestro comentario me lo habéis puesto a güevo,Maese Charneguet.
En cuanto a la entidad rectora de la materia formada con mi persona, no me cabe la menor duda: Esa entidad soy yo mismo. Yo dirijo mi destino y tengo la potestad de elegir entre la vida o la muerte, vivir o morir, amor o odio.
Las dos frases de Goehte que señalo "entrecomilladas" las hago mías y también son para vos. Desmenuzadlas letra a letra.
Ya me contestaréis cuando a vos os plazca.
Un gran placer dialogar con vos.Recibid un fuerte abrazo cósmico, Maese Charneguet.
¿Quién no se ha planteado el tema de la muerte o ha escuchado a quien le da los siete males solo pronunciarlo? Y en ambos casos está presente el dolor que se puede sufrir o lo que pueda haber después.
ResponderEliminarTestimonios como estos alivian esos pensamientos, aunque quede, espero, mucho para lo inevitable. Gracias
Espero, José Luís, que tu estado de salud mejore. Saludos y me uno al antepenúltimo párrafo con tu deseo.
Mi querido José Luis: después de leer tu relato, o mejor: después de oírlo, porque parecía como si te estuviese oyendo, un halo de paz y felicidad embargó mi espíritu hasta el punto de sentir ganas de irme.
ResponderEliminarUn abrazo.
Madrileño85
ResponderEliminarCelebro que mi testimonio pueda aliviar de algún modo a quien se encuentre a las puertas del último viaje.
Por lo vivido, puedo asegurarte que en ese instante el temor a la muerte que nos persigue a lo largo de la vida, desaparece.
Un abrazo, mi querido amigo.
JAVIER
ResponderEliminarEse halo de paz y felicidad que embargó tu espíritu al leer o más bien "oír" mi relato, creo que traspasando la experiencia a los últimos instantes de nuestra vida, bien pudiera ser la recompensa que se nos otorga por haber existido y llegado hasta el final.
Otra cosa muy distinta es, "QUIÉN" otorga dicha recompensa. Yo lo ignoro.
A pesar de lo que apunta y afirma nuestro buen amigo Charneguet y suscribe Maese Tellagorri cuando Charne en su último comentario cierra el párrafo manifestando: "Es tan sencillo"......Yo simplemente respondo que "Sólo sé que no sé nada."
Ningún ser humano está en posesión de la Verdad Absoluta. Simplemente aplico de nuevo una frase del monólogo de Fausto:
“No me figuro saber cosa alguna razonable, ni tampoco imagino poder enseñar algo capaz de mejorar y convertir a los hombres”.
Un abrazo, estimado Javier.
Es muy impactante todo lo que escribes José Luis.
ResponderEliminarYo lo que tengo claro es que tú y yo nos veremos donde quiera que acabe todo esto.
Un abracito dulce.
¿Qué tal la vista?
GUERRERA DE LA LUZ
ResponderEliminarEso espero, mi niña. Que cuando acabe toda nuestra aventura en la Tierra, podamos vernos aunque sólo sea con los ojos del alma.
Porque lo que es con mis ojos físicos, por ahora lo llevo chungo.
Un beso humano y también cósmico, pequeña.
Muy interesante todo lo que nos cuentas, y desde luego un soplo de esperanza para todos los que luchan contra una enfermedad.
ResponderEliminarSaludos